
Esa es la gran diferencia entre las preocupaciones en la Unión Europea y Estados Unidos. El presidente Donald Trump ha decidido castigar a los funcionarios extranjeros que violan lo que el llama la libertad de expresión norteamericana y busca impedirles su ingreso a su país. Pero la UE, en nombre de la salud publica y la convivencia, impone condiciones y multas si los gigantes tecnológicos no cumplen con las normas.